Los exámenes/ pruebas se utilizan para medir el conocimiento y habilidades de un estudiante. Frecuentemente, los resultados de un examen no dan una idea clara del conocimiento del estudiante, por la ansiedad que se experimenta al realizar un examen. Los niños que se ponen muy ansiosos al pensar que van a realizar un examen, se convencen ellos mismos que van a fracasar. Se asustan porque las preguntas en el examen no son las mismas que ellos estudiaron o porque no se cumplen sus expectativas.
Frecuentemente, muchos adolescentes y jóvenes ponen todo su empeño en realizar con el mayor nivel de logro un exámen determinado; no obstante, este hecho puede desencadenar problemas tales como situaciones de estrés, ansiedad o depresión. Muchas veces se atribuyen a sí mismo el "fracaso"que no es tal. Esto resulta preocupante y da que pensar.
Personalmente, creo que se debería preparar tanto en la familia como en la escuela, como instituciones socializadoras que son, en estrategias y herramientas que permitan tolerar la frustración y asumir que los resultados no siempre son los esperados sin que ésto conlleve mayor problema; poner todas las expectativas en el progreso académico puede ser muy dañino, más aun si el alumno o alumna tiene la presión de los padres , profesores y compañeros, teniendo que estar a "a la altura de las circunstancias" porque no puede ser mediocre, no puede fallar, eso supondría un "Fracaso"que jamás podría aceptar.
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